Como cualquier otro, cerramos el local, venimos a Internel fútilmente a ver si tenemos noticias cada una de su respectivo nacho, vamos al super a por algo para cocinar... Volvemos y yo veo a un grupete en la puerta de casa... Eran dos una chica y un chico... Otro más, un poquitín más alejado...
Casi le digo a Su que sigamos de largo, hasta que se fueran, para no entrar con ellos en la puerta...
De pronto, los dos que estaban justo en la puerta se dan vuelta, me miran... Los miro "¿Y estos quienes son? Ay, por dios..." Tamara y Diego me miraban, cada uno con su respectiva sonrisa de hace-tres-años-que-no-nos-vemos-y-sin-embargo-nos-amamos. Tamara y Diego me miraban, y yo no reaccionaba, me transporté 6 años atrás, al Haeguen Dasz del Alto Palermo, a las charlas sobre teología, los Simpsons, Evangelion y otros yuyos... Y todavia estoy ahi... Con mis amigos de siempre, con el mismo entusiasmo, con el mismo amor... Amigazos, lástima que Maki (Bobby) no los agarró; Maki, por unos días... Unos días más y hubiéramos logrado lo que no logramos en tres años de amistad: Estar los cuatro juntos...
Hablamos de todo y no hablamos de nada, un par de horas no sirven para hablar... Pero sigue todo intacto, después de tanta agua que corrió debajo del puente... Esa es la verdadera amistad: Abrazos, besos, saber que a pesar de la distancia, siempre estuvimos juntos, siempre nos pensamos, nunca abandonamos el corazón de los otros...
Mi mejor amiga, mi almita... Tres años sin saber qué era realmente de su vida...
Va a hacer falta un toco de catch up...
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