Hoy recordé simplemente tus labios, y la textura de tu mentón: Cual si fueran entidades independientes, como si ellos estuvieran pensando en mi... como cuando pensás en alguien que está pensando en vos; volví a ver y acariciar la protuberancia triangular de tu labio superior, recorrí el perfecto delineado de tus labios hasta las comisuras, saludé el pocito de tu mentón... y te extrañé amargamente... como a un sueño que nunca se va a cumplir: Lloré la esterilidad de mis brazos inertes, cansados de buscarte...

Ya no sé si te idealizo -creo que siempre te idealicé- pero no puedo evitar verte perfecto, aun con todas las falencias: Aunque no me quieras, sos perfecto... y te amo

Entrego, por millonésima vez, mi dolor al Altísimo; con sangre y lágrimas mezclo el barro de mi vasija rota para que Él le de vida a mi barro o lo siga moliendo, durante el tiempo que sea necesario...