Empacando II

Bitácora del verano:

Partiendo hacia mis verdaderas vacaciones, considero idóneo repasar las actividades realizadas.
El trabajo en Menucos fue excelente. El perfecto corolario de un año exitoso y el mejor renglón con que pudiera haber comenzado a escribir esta etapa de vida.
El trabajo en la huerta es una sorpresa tras otra, cada día trae consigo riquezas intelectuales, humanas, momentos de paz y plenitud (N de R Eduardo tuvo dos hijos y se mudó. Petit Cactouse también se mudó)
El regalo de cumpleaños fue inmejorable, el potus está a un tercio de terminar la ventana y alcanzar el helecho, la albahaca sobrevivió, la menta y la portulaca revivierony por fin conseguí un lazo de amor.
Los gatos se siguen comiendo las plantas, hecho que me obliga a desarrollar obras de infraestructura tendientes a la protección de la integridad del creciente ecosistema.
Espero este año poder mejorar un poco el síndrome de falta de atención (mientras escribía este post chequeé mails, concreté una venta, contacté a otro comprador, hice un budín... En definitiva, me cuesta mucho terminar las cosas que empiezo) así que, como ya me dispersé, termino acá.

¡Ah, Felicitaciones por la pasantìa en ProHuerta! :D