Es un mail que mandé, y lo primero que escribo al bajar un cambio después de este findesemana de locura y amor... 'Panico y Locura en Luján'
No tengo palabras para expresar el sábado... ¿Cómo explicar lo que sentís en medio de un caudal de gente que camina por amor y fe? Ver a más un millón de personas, muchas caras de dolor, muchos piecitos lastimados que igual se levantan y siguen adelante... Le decía a uno de los padres que nos acompañó que ahora entendía el caudal de gracia que se liberaba después de cada peregrinación: Me imagino al corazón de Dios estallando ante ese gesto de amor que es confiar y abandonarse en él, entregarle tu intención, ponerte en sus manos...
La gente que trabajó todo el día y toda la noche con una pasión y una entrega denodadas fue tan inspirador como esperanzador: Ahí está la esperanza en la mirada de María, en el brío que nos da cuando le entregamos el cuerpo para que ella lo llene con su corazón (yo me rasqué bastante las pelotas, lo que más hice fue servir bebidas, curar algunos pies y masajear algunos chicos ;)) La cantidad de familias y parejas que caminaron de la mano fue emotiva... Increíble, me acuerdo y se me estremece el corazón...
En realidad, no es un hecho tan relevante como trabajar en un comedor, ponele, pero el caudal de fe que se vive es lo que llena de relevancia al momento.
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