La levedad de Adolfo

Adolfo no camina ni corre... Se desliza como entre una bruma... No pesa cuando salta sobre la cama: Se siente como una caricia...

Adolfo no habla mucho: Sólo lo necesario para que lo encuentre en la habitación cuando quiere que lo acaricie.
Él sabe hacerse valer por sobre las demás ocupaciones tirando todo lo que esté encima de algo, comiéndose el helecho o arañándome la espalda para que deje de tipear.

Se sienta frente a la estufa cuando está prendida, bien cerca, porque le encanta arder; y cómo olvidarlo en su tierna infancia cuando robaba panes del doble de su tamaño y los escondía debajo de los muebles: Los roía de a poco, como un ratoncito


BSO: The Cure - Disintegration